Naciones Unidas, 2 abr (Prensa Latina) El secretario general de la ONU, António Guterres, exigió hoy la aplicación sin demora de la resolución para un alto al fuego en Gaza, al considerar inconcebible la pérdida de 196 trabajadores humanitarios en el conflicto.
La muerte de siete miembros del personal de la ONG World Central Kitchen (WCK) por los bombardeos israelíes es, de acuerdo con el alto representante, un resultado inevitable de la forma en que se lleva a cabo la guerra.
Demuestra una vez más la urgente necesidad de un alto el fuego humanitario, la liberación incondicional de todos los rehenes y la expansión de la ayuda a Gaza, como exigió el Consejo de Seguridad de la ONU en su resolución de la semana pasada, agregó Guterres al intervenir en el debate promovido por la Asamblea General sobre la seguridad humana.
Al referirse a ese término, el titular de la ONU (Organización de Naciones Unidas) recordó los dos millones de gazatíes que no tienen seguridad alguna y buscan desesperadamente protección contra el hambre, las enfermedades y los implacables bombardeos israelíes.
Guterres advirtió de las divisiones cada vez más profundas y las desigualdades crecientes que dejan a las personas con una mayor sensación de ansiedad e incluso miedo.
«Si bien los niveles de vida globales pueden ser más altos que nunca, seis de cada siete personas en todo el mundo informan que se sienten inseguras», aseguró.
Esto alimenta una epidemia mundial de información errónea y desinformación, que a su vez socava la confianza en las instituciones y aumenta la inestabilidad.
«Necesitamos cambiar la trayectoria, reconstruir la confianza y unir a las personas en torno a soluciones comunes», instó.
Sus declaraciones se producen en medio de las condenas por la muerte de los siete trabajadores humanitarios, víctimas de un ataque aéreo militar de Israel en Deir Al-Balah, Gaza.
El equipo de WCK se desplazaba por una zona no conflictiva en dos vehículos blindados con el logotipo de la ONG y otro vehículo sin blindaje, aseguró un comunicado divulgado este martes por el portal oficial de la propia organización.
A pesar de coordinar los movimientos con las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel), el convoy fue alcanzado cuando salía del almacén de Deir al-Balah, donde había descargado más de 100 toneladas de ayuda alimentaria humanitaria llevada a Gaza por la ruta marítima.
«Esto no es sólo un ataque contra WCK, es un ataque contra organizaciones humanitarias que aparecen en las situaciones más espantosas donde los alimentos se utilizan como arma de guerra. Esto es imperdonable», dijo Erin Gore, directora ejecutiva de World Central Kitchen.
Tras esos informes, fueron divulgadas imágenes de los vehículo de la organización no gubernamental que mostraron grandes agujeros en sus techos.
La asociación dirigida por el chef español José Andrés anunció además una pausa de su labor humanitaria en el enclave antes de adoptar una decisión definitiva.